miércoles, 24 de febrero de 2016

TAKATA PUEDE TENER QUE REVISAR ENTRE 70 Y 90 MILLONES MÁS DE "AIRBAGS"

► Orbital ATK, una compañía comisionada el año pasado por 10 fabricantes de automóviles, ha concluído que los airbags del proveedor japonés tienen problemas con sus infladores pero también fallos de calidad



Pese a los múltiples rumores sobre una posible dimisión de
Sigehisa Takada, presidente ejecutivo de Takata, lo cierto es
que sigue al frente del atriibulado proveedor japonés
MADRID ─ Takata, el proveedor japonés de airbags, podría ser obligado por las autoridades federales de Estados Unidos a llamar a revisión los infladores de nitrato amónico de otros entre 70 y 90 millones de automóviles, que vendrían a añadirse a los 29 millones que ya han sido requeridos a esos efectos en ese país. Mundialmente, los vehículos llamados a revisión ascienden por ahora a 50 millones. Como se sabe, el problema de esos dispositivos de seguridad pasiva es que, al activarse en una colisión pueden estallar proyectando metralla sobre las caras del conductor o de su acompañante. Hasta el momento, se atribuyen a ese defecto 10 muertes y 139 heridos en todo el mundo.

Entre los años 2000 y 2015, Takata fabricó de 260 a 285 millones de airbags con infladores de nitrato amónico, de los que aproximadamente la mitad fueron instalados en vehículos que circulan por Estados Unidos y que se reparten 14 fabricantes de automóviles. La mayoría de los competidores de Takata no utilizan nitrato amónico en los infladores de sus airbags.

La Nationmal Highway Traffic Safety Administration (NHTSA), una agencia dependiente del Departamento de Transporte de Estados Unidos que entiende en seguridad de los automóviles, irritada por la resistencia que Takata ofrecía a facilitar información sobre el problema y a la lentitud con venía buscando el origen del problema, sancionó al proveedor en noviembre de 2015 con una multa de 200 millones de dólares (unos 182 millones de euros), conminándole a que dejase de fabricar infladores de airbags a base de nitrato amónico, un producto usado en pirotecnia que genera los gases que inflan la bolsa del airbag y cuyo deterioro por efecto de la humedad y temperatura altas era la única explicación ofrecida por Takata, aunque ─la verdad sea dicha─ sin demasiada seguridad al respecto.

Exasperados también por la lentitud de las investigaciones de Takata, un grupo de 10 fabricantes de automóviles ─BMW, Fiat Chrysler, Ford, General Motors, Honda, Mazda, Mitsubishi, Nissan, Subaru y Toyota, encargaron hace ahora un año a Orbital ATK una investigación independiente para tratar de determinar las causas del estallido de los airbags de Takata.

Orbital ATK es una compañía con sede en el estado de Virginia que se dedica al sector aeroespacial y de armamento, fabricando propulsores y sistemas de control para cohetes y misiles, munición para armas de pequeño calibre, etc. Pues bien, Orbital ATK acaba de anunciar las conclusiones de ese año de investigación que se resumen en que el estallido de los airbags de Takata se deben a una combinación o acumulación de distintos factores: uso de nitrato amónico sin un producto desecante acompañándolo, exposición prolongado a ciclos de temperatura ambiente elevada en presencia de humedad alta y uso de infladores que no impiden la llegada de dicha humedad al nitrato amónico.

Reuters ha conseguido entrevistar a antiguos directivos de las fábricas que construían en Norteamérica los infladores utilizados por Takata, y dichos directivos han señalado que en el proceso de construcción de los mismos había problemas crónicos de calidad, estando precisamente en ellos buena parte de la dificultad que ahora tiene el proveedor japonés para determinar qué infladores son seguros y cuáles no.

La NHTSA ha conminado a Takata para que certifique que los 50 millones de vehículos con infladores de nitrato amónico pero con mezcla desecante añadida que aún no han sido llamados a revisión equipan airbags seguros o, de lo contrario, también serán llamados esos vehículos a revisión a partir de 2018-2019.