lunes, 25 de abril de 2016

EUROPA REDUCE LA CAÍDA DE LOS BENEFICIOS DE VOLVO

El grupo sueco maneja la posibilidad de desprenderse de su división Volvo CE de maquinaria de obras en cuanto la economía china se estabilice


Martin Lundstedt, presidente ejecutivo del grupo Volvo AB, en
un momento de la presentación a los medios informativos
de los resultados del mismo en el primer trimestre de 2016
MADRID ─ Volvo AB, el grupo sueco que fabrica vehículos industriales con las marcas Volvo, Renault, Mack y UD (la antigua Nissan Diesel), motores marinos con la marca Penta y maquinaria para la construcción con la marca Volvo CE, vió como sus beneficios por cuenta de explotación (operativos) ─ajustados respecto a rendimientos del capital y costes de reestructuración─ caían a sólo 4.459 millones de coronas suecas (unos 486 millones de euros) en el primer trimestre de 2016, pese a que un conjunto de analistas convocados por la agencia Reuters había previsto que dichos beneficios bajarían hasta 4.140 millones de coronas. En comparación con el mismo trimestre de 2015, el resultado de 2016 es sólo un 0,3 por ciento inferior. El superávit respecto a la previsión se debe a varios factores, de los que los principales fueron los efectos del plan de reducción de costes en que el grupo sueco lleva inmerso en años recientes con reducciones importantes de plantilla, reorganización industrial y desinversiones como la venta de la división de servicios informáticos del grupo, contabilizada en este primer trimestre por un valor de 885 millones de coronas, y el tirón de la demanda de camiones en Europa.
Los ingresos del grupo Volvo durante el primer trimestre de 2016 cayeron un 4 por ciento respecto al mismo período del año pasado, quedando en 71.700 millones de coronas, un descenso que en un 50 por ciento se debe a la desfavorable paridad monetaria de la corona, que dió lugar a una reducción de 417 millones de coronas en los beneficios operativos.

Las ventas de Volvo Trucks y Renault Trucks se han visto
favorecidas por la introducción de nuevos modelos para obras
Martin Lundstedt, presidente ejecutivo del grupo Volvo, señaló durante la presentación de estos resultados a los medios informativos que los mercados habían seguido en la tendencia ya detectada el año pasado. Así, la demanda en Norteamérica continúa cayendo desde los altos niveles alcanzados en años recientes, lo que obligó a Volvo Trucks a recortar en un 30 por ciento la producción en esa zona geográfica. La crítica situación económica y política de Brasil sigue causando estragos y Lundstedt expresó su convencimiento de que habrá que esperar un tiempo considerable hasta que la demanda en Sudamérica empiece a crecer. En Asia, el presidente ejecutivo de Volvo señaló que la demanda puede considerarse estabilizada. En Europa, las ventas de Volvo y Renault están subiendo impulsadas en cierta medida por el lanzamiento de nuevos productos, como los últimamente presentados para el sector de la construcción.

La entrada de pedidos de camiones en este primer trimestre de 2016 cayó un 12 por ciento, a 46.110 unidades, debido a que el 16 por ciento de aumento registrado en Europa (a 22.917 unidades), el resto de las zonas geográficas registraron descensos acusados: un 54 por ciento registrado en Norteamérica (a 8.892), un 9 por ciento en Sudamérica, fundamentalmente en Brasil, (a 2.055), un 15 por ciento en Asia (a 7.359) y un 4 por ciento en África y Oceanía (a 2.988).

La crisis china hunde a Volvo CE

En donde parece que el grupo sueco va a tirar la toalla es en lo relativo a su división Volvo Construction Equipment (Volvo CE) dedicada a la maquinaria para los sectores de ingeniería civil y obras. Volvo CE nació en 1995 cuando el grupo sueco se hizo con la mitad de las acciones de Volvo Michigan Equipment (VME) que tenía Clark Equipement, el socio con el que Volvo había constituido 10 años antes VME.

El grupo Volvo planea desprenderse de su división de
maquinaria para la construcción (Volvo CE) a la vista
de que la crisis económica ha afectado gravemente a la
ingeniería civil
Aquella compra supuso el inicio de un largo proceso de adquisiciones de otras firmas fabricantes de esta maquinaria durante la etapa en que Leif Johansson ocupaba la presidencia del grupo sueco. Con ello se pretendía crear un volumen adicional de demanda de los motores Volvo para impulsar dicha maquinaria que debería proporcionar al grupo unos importantes ahorros económicos por economía de escala.

Inicialmente, la idea parecía muy interesante, pero nadie, ni el propio Johansson, contaba con la llegada de una crisis económica de gran calado, que llegaría a afectar incluso a la boyante economía China, una de las principales fuentes de demanda para Volvo CE. Así, parece haberse tomado ya en Gotemburgo la decisión de desprenderse de esta división del grupo. Lo malo es que, para aminorar el desastre económico que esa desinversión puede suponer, el grupo sueco tendrá que esperar a que la economía del gigante asiático se normalice y vuelva a entrar en fase de crecimiento.