jueves, 30 de julio de 2015

BUENOS RESULTADOS EN VOLVO, PERO LA DESEADA REDUCCIÓN DE COSTES SE LES VA DE LAS MANOS

Una corona sueca más débil se vuelve en contra de los planes para recortar costes, que hasta ahora sólo han logrado un tercio de los objetivos marcados para 2015


Jan Gurander, presidente ejecutivo en funciones
del grupo sueco Volvo
MADRID ─ El grupo sueco Volvo, fabricante de vehículos industriales, consiguió unos ingresos netos de 5.200 millones de coronas (unos 551 millones de euros) en el segundo trimestre de 2015, casi el doble que en el mismo trimestre de 2014. Los beneficios antes de impuestos ascendieron a 5.980 millones de coronas, un 82 por ciento más que en el mismo trimestre del ejercicio previo. Y la facturación creció un 17 por ciento para alcanzar 84.800 millones de coronas, mientras que el margen operativo pasaba a ser del 7,1 por ciento frente al 4,5 por ciento del mismo trimestre de 2014. Unas cifras que, como se dice coloquialmente, son como para aplaudir con las orejas. Sin embargo, al hacerse públicas, la cotización de las acciones del grupo sueco bajó casi un 5 por ciento. ¿Por qué?

Pues por diversos motivos. El principal de ellos es que el grupo Volvo se encuentra embarcado en un duro plan de reducción de costes que pretendía recortar éstos en 10.000 millones de coronas anuales, pero hasta ahora sólo ha conseguido lograr un tercio  de sus objetivos, aproximadamente, lo que ya ha costado la presidencia a Olof Persson, que en abril último dejó su cargo, el cual será ocupado en octubre próximo por Martin Lundstedt, que era el presidente ejecutivo de Scania, sempiterno rival de los de Gotemburgo.

Además de otros problemas de gran importancia para conseguir la ansiada reducción de costes, Volvo se ha encontrado con un bache imprevisto en el camino: la depreciación de la corona sueca frente a las principales monedas, especialmente el dólar. Jan Gurander, que es el presidente en funciones de Volvo hasta que llegue Lundstedt en octubre, ha reconocido que aunque esa depreciación eleva en principio los ingresos del grupo, tiene como contrapartida que encarece enormemente los costes de fuera de Suecia.

"Si la paridad de la corona sueca se hubiera mantenido en los niveles en que estaba, la actual reducción de 3.800 millones lograda en los costes anuales habría sido 2.000 millones superior", se lamentaba Gurander días atrás en la presentación de los resultados financieros del grupo. Claro que el presidente en funciones de Volvo parece olvidar que en tales circunstancias no habría podido disfrutar de la influencia positiva (1.800 millones de coronas) que la actual debilidad de la corona sueca ha tenido en los ingresos del grupo en el segundo trimestre de 2015. 

¿Fin de ciclo en el mercado norteamericano?

Para colmo de males, la entrada de pedidos se redujo en el segundo trimestre de 2015 un 19 por ciento en el mercado norteamericano de camiones responsable del 26 por ciento de los ingresos del grupo en 2014 lo que es interpretado como un síntoma más de que se está llegando al pico superior del presente ciclo económico. 

Dentro de Norteamérica, Estados Unidos es la fuente principal de ventas de camiones Volvo y Mack, habiendo caído las ventas de esta segunda marca un 50 por ciento en el segundo trimestre del presente año con respecto al mismo período del ejercicio previo. Por otro lado, ese probable agotamiento de ciclo vendría a ser corroborado por el reciente descenso de la demanda de energía en Estados Unidos y dado que por lo general estos ciclos duran una década, al grupo sueco se le vienen encima del orden de cinco años de contracción de la demanda.

En total, los pedidos de camiones del grupo cayeron un 6 por ciento en el segundo trimestre de 2015, quedando en 49.571 unidades. Repasando los principales mercados mundiales, Gurander cree que las ventas de camiones mejorarán en Europa en el conjunto de 2015 y se mantendrán en Norteamérica (310.000 camiones de más de 15,5 toneladas). Sin embargo las previsiones para China son de 620.000 unidades un 8,8 por ciento inferiores a las anteriores previsiones y de 40.000 en Brasil ─un 27 por ciento menos que la previsión anterior.

El enfriamiento de la economía China está dando grandes
quebraderos de cabeza al grupo Volvo no sólo por el bajón
de la demanda de camiones pesados asociado al mismo,
sino también por su repercusión negativa en la división de
maquinaria de obras y para la construcción, Volvo CE 
China es un problema no sólo en el frente de los camiones. El enfriamiento de la economía del gigante asiático está afectando también muy negativamente a la división Volvo CE de maquinaria para la construcción y las obras públicas. Hace un par de décadas, el grupo sueco apostó por potenciar su presencia en este mercado porque ello le brindaba la oportunidad de obtener mayores economías de escala en el campo de la fabricación de motores y otros órganos y a tal fin emprendió diversas operaciones de compra de fabricantes de tales máquinas. Desgraciadamente para el grupo sueco no ha tenido aún demasiado tiempo para conseguir aquellas economías de escala y sí para que aumente la escala de los problemas que Volvo CE genera, un proceso siempre mucho más rápido que el otro.

Para terminar, advertir que en los resultados de beneficios operativos (por cuenta de explotación) que se mencionaban al comienzo de este comentario no incluyen la nada despreciable cifra de 2.140 millones de coronas suecas que Volvo ingresó en el segundo trimestre a consecuencia de la desinversión de la parte de capital que controlaba en Eicher Motors, el fabricante indio de vehículos industriales.